"Los Soñadores"

Los Soñedores (2003), es una película dirigida por el italiano Bernardo Bertolucci, basada en la novela The Holy Innocents escrita por Gilbert Adair. Ubicada en el Mayo Francés de 1968, Mathew (Michael Pitts) un estadounidense cinéfilo y estudiante de intercambio llega a París y conoce a través de la manifestación del Mayo Francés en la cinemateca a Theo (Louis Garrel) y a Isabelle (Eva Green) dos hermanos con un comportamiento muy peculiar a los ojos de Mathew, sin embargo de inmediato hubo una conexión entre ellos, tanto así, que los hermanos invitan a Mathew a quedarse en su casa. Consecuentemente se dedicaban a admirar y discutir sobre el cine, sobre Chaplin o Keaton, sobre la guerra y sus ideas políticas. Enmarcando con algunos juegos eróticos, música, cine, moda y formas de pensar a dos esencias culturales totalmente distintas, que a lo largo de la película vuelve su relación cada vez más y más conflictiva e indiferente.

Sin duda, Bertolucci logra hacer un gran trabajo con las escenas de un bohemio y conflictivo París. Brindando una índole particular a este film, donde las escenas logran capturar al público y provocar la tan anhelada catarsis. Se refleja en la cinta la destreza con la que se a los personajes en escena para que éstos no se vuelvan monótonos en su caracterización. Sin embargo cabe mencionar que la cuestión sexual y erótica dentro de la película es tanta que llega momentáneamente y aparentemente a clasificarse como “Una película erótica” Y pierde entonces los planos de la rica temática cultural. No obstante logra salvarse.

Musicaliza los tonos de la película, con los clásicos Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Bob Dylan, incluso y para el deleite del espectador, Michael Pitt quien muestra su talento no solo como actor del film sino como cantante, hace un performance de “Hey Joe”, escrita por Billy Roberts en la película.

Las escenas favoritas parecen ser;

La Venus de Milo,

Los tres en la bañera,

                                                    

Y al dormir juntos,

La temática envuelve tres vertientes enigmáticas a los mismos personajes, la revolución, el sexo y su identidad cultural. La combinación de éstos tres se vuelve catastrófica en las últimas escenas, que con sutileza ofrecen el mejor final en la imaginación del espectador.

Soy una cabrona

Soy una cabrona en mi casa y en la tuya, soy una cabrona en la calle, soy una cabrona con mis amigos y  con desconocidos, soy una cabrona en la escuela y con mis maestros, soy cabrona con mi papás, soy cabrona con los que me gustan y con los que detesto, soy cabrona con quien quiero y con quién se me dé la gana,  soy cabrona en la cama y encima de ti,  soy cabrona  cuando me critican y me apuntan, soy cabrona cuando tienes de qué hablar, soy cabrona porque así me llaman, soy cabrona al besarte, soy cabrona en un orgasmo, soy cabrona por teléfono y en una conversación, soy cabrona porque no quiero verte,  soy una cabrona porque tu no lo eres, soy una cabrona porque no me interesa lo que piensan, soy cabrona porque hago lo que quiero, soy una cabrona porque no dependo de ti, soy una cabrona porque quisieras ser como yo, soy una cabrona por ser difícil para ti y fácil para otros, soy una cabrona porque aprendes de mi, soy una cabrona porque me divierte serlo, soy una cabrona en 7 letras,  soy una cabrona porque escribo lo que soy : CABRONA.

Hicimos el amor...

Ernest Descals
Arte Erotismo

Esta mañana al despertar él me miró: ojos carbón, dilatados, fuertes e incrustados en mi piel. Me tomó de la cintura y sin pensarlo hicimos el amor. Me levanté, me bañé y me cambié. El hizo exactamente lo mismo. Desayunamos: huevos con tocino y jugo de naranja para él, yo sólo una manzana, un yogurt de pasas y un pan tostado. Se despidió con un beso en la mejilla. Lo detuve para besarlo mejor. Metí mi mano dentro de su pantalón. Nos besamos e hicimos el amor. Esta vez más rápido. -. ¿A las 8 p.m.? Me miró y asintió con la cabeza. Él se fue. Me quedé sola en el departamento. Esperé a que fueran las 7:30 am y salí a trabajar. Llegué a la oficina: Trabajo y más trabajo. Una gran pila de documentos me esperaban en mi escritorio. Llegó el jefe. Me levanté a servirle café; negro y sin azúcar. Pero ya se lo habían llevado. Me indigné y terminé lo más rápido posible. Me quedaron 20 minutos para salir antes. Fui al sanitario. Las medias me incomodaban un poco. La falda la sentía muy corta. Hacía Frío. Mis labios estaban demasiado rojos y partidos. Pálida y mejillas rosadas. Me lavé la cara con jabón: Exactamente igual. Regresé por mis cosas. Ya me iba, y me habló el jefe. Saludé y entré. .- ¿Quería verme? No contestó. Se acercó y me dirigió al sillón de su escritorio. Me senté. Se agachó y observó mis piernas. Acarició mi pierna derecha hasta llegar al muslo. Metió su mano bajo mi falda. Suspiró. Le quité la camisa y le dejé la corbata. Me acarició los senos y me tumbó sobre su escritorio. Inclinó su cabeza para besarme el cuello, la boca y una mejilla. Lo abracé con mis piernas durante un minuto. Nos besábamos. Nos tocábamos. Recordé la cita a las 8. .-No puedo, tengo un asunto muy importante que resolver. Y salí de ahí. Él no dijo una palabra. Fui al WalMart y compré todo lo que necesitaba para una cena. Llegué al departamento. Limpié la cocina. Arreglé la cama: Encontré un nudo de cabellos en mi almohada. Cambié las sábanas. Quité el cuadro de Ernest Descals que se encontraba sobre la cabecera de la cama: Una mujer tocándose sobre un inodoro: Odiaba ese cuadro; Odiaba a Descals. Coloqué un trabajo de Schiele en su lugar; una mujer pelirroja con medias y piernas cruzadas. La mirada más seductora que hubiese visto. Me acosté sobre el sofá. Veía el cuadro de Schiele: Me quité la ropa y aceleré mi excitación. Dos orgasmos y terminé. Me dediqué en seguida a preparar la cena, arreglar la mesa, colocar velas, poner música. Acabé sudada, agotada y lastimada: Me corte un dedo con el cuchillo: Genial. Me regalé un baño de burbujas; en la tina velas y diferentes olores: Lilas, azahares, rosas…

Egon Schiele
Mujer sentada, con la rodilla doblada
1917
Galería Národni, Praga

Me desperté exaltada y el agua entró en mi nariz. Abrí bien los ojos y él estaba sentado sobre el inodoro mirándome. .-¿Qué hora es? .- Las nueve y media sospecho.- ¿Por qué no me despertaste? ¿Cuánto tiempo llevas ahí? ¿Estás enojado? Lo siento es que… El se levantó enseguida y se acercó a mí. Se hincó a la altura de la bañera. Me beso intensamente, profundo, sensual, apasionado. Colocó una de sus manos sobre la parte baja de mi pelvis. Se quedó masajeando ahí por unos minutos. Después se puso de pie, se quito la ropa. Se metió a la bañera conmigo. .- ¿Y la cena? Pregunté. .- Cenaremos, esto apenas es el entremés. Contestó. Sonreí y lo besé en la mejilla, en la boca en el cuello y subí hasta su oreja. .- Feliz Cumpleaños amor. .- Gracias; me encantó tu falda en el trabajo. No te dejaste por completo y ahora estoy deseándote más. Pegué todo mi cuerpo a él y lo besé: Reacción instantánea. Su mano recorrió mi espalda y la mía recorrió su miembro…

Después de hacer el amor, sí, cenamos. Platicamos de mi cumpleaños, del suyo, de las fiestas, del trabajo, de la música, de la comida, de mi mamá, de libros, de canciones, de los vecinos y sus hijos, de nosotros. Finalmente, postre, pastel y velitas: Él Lo odió. Tomé tres fotos. Él abrió una botella de vino: Cabernet Sauvignon. Una copa, dos copas, tres copas, música y bailamos. Dos pasos antes de llegar a la cama, miró el cuadro. Sonrió y dijo ¿Qué es lo que no te gustaba de Descals? Me levantó y entrelacé mis piernas alrededor de su cintura. Lo miré y señalé el sofá. Me llevó al sofá y metí mi lengua en su boca. Suspiré y contesté. .- Que lo miraba y no me llevaba a ninguna parte. .- ¿Y Schiele? .-Schiele, Schiele me llevó al sofá…

Mi Alter-ego...

Hace algunos días tuve la oportunidad vía Internet, mediante imágenes y videos de conocer a nada más y nada menos, que a mi "alter-ego" (Sí, mi otro yo). Y por no dejar, indico que no estoy refiriéndome a un alma gemela, ni a una persona idéntica a mi, ni nada por el estilo. Es una cuestión intelectual (Aunque desisto de esta palabra) y pudiera decirse circunstancial, que logra identificarme de alguna manera en diversas circunstancias en diferentes etapas de mi vida. Muchísimas cuestiones de distinta índole divergen lo que somos; diferencias de personalidad, físico, e incluso de ubicación, mientras ella es peruana, yo soy de nacionalidad mexicana; sin embargo acredito en demasía el hecho de nuestras mismas y complejas aspiraciones, actitudes, hechos y decisiones tomadas sin prejuicio que alborotan los recuerdos.

Debo reconocer que ella es el personaje que siempre me había imaginado e inventado para mí misma, y que posteriormente pasaría(sin saber de su existencia en carne y hueso) a las páginas de mi cuadernillo para contar mi historia... ¿Será posible? Necesitaba a toda costa poner las cartas sobre la mesa y lidiar con un personaje que únicamente existía en mi cabeza, y que después se mudó a mis historias, a mis cuentos, a mis textos, a todo ensayo que estructuraba, a cada palabra que dijera y a cada oración que escribiera. No había escape. Ella es simplemente el de todos mis deseos en convergencia (mi propio personaje en acción).

Y mi gran dilema en cuestión es... ¿Qué hacer?¿Qué haría José Agustín si se encontrara a alguno de sus personajes vagando por Acapulco o en Estados Unidos con su grupo literario? ¿Qué haría Juan Rulfo si fuera a nadar al mar y se encontrara con Susana San Juan bañándose desnuda? ¿Qué haría Roberto Bolaños si caminando por la Colonia Condesa, se encontrara a García Madero visitando a Angélica Font? ¿Qué haría yo? Si la existencia de ésta escritora, me tiene tan jodida. Con 22 años, yo a mis 18 apenas viviré lo que ella...

Borrón y cuenta nueva...

Decidí arreglar este espacio para sacarlo del anonimato. Me dije "Si voy a escribir, lo haré con la libertad de poder decir que fui yo". No obstante y aunque suene contradictorio... debo confesar que en una primera intención había pensado hacer de éste blog, una especie de diario íntimo; idea la cual caminó por mi cabeza durante muchos días. ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿En verdad sería audaz de mi parte exhibir mis secretos, mis historias y pensamientos a todo el mundo? ¿O sería solo un desafortunado descenlace para mi persona? ¿Quiénes me leerían? Honestamente me encontré muy jodida de sólo imaginar que posiblemente amigos, familia y personas que conozco me lean... Bueno, finalmente aquí estoy ¿No?  Conclusión: Si existe una mesura entre realidad y ficción, creo que no habrá problema.

Esto anteriormente era..."Memorias de mis delirios"; posteriormente abrí otro blog llamado "Mientras te inspiras" y aún en bachillerato empecé otro con mi segundo nombre, pero sólo subía actividades escolares y los cerré. Deje de tener actividad casi 8 meses en los 3 blogs. Así que me propuse a rehacer el primero y retomar lo que más me gusta: escribir. Y como le guardé cariño a mis demás blogs anoté las frases qué autentificaba a cada uno. En este nuevo aún no he pensado en alguna frase, pero supongo que pronto llegará a mi cabeza.