jueves, 28 de octubre de 2010

La memoria de un hueco.

Todos hemos de caer alguna vez. Todos hemos de sufrir por alguien, con alguien, de alguien. Callar algo, un secreto. Vivir del pasado, temer al futuro y rechazar un presente. Alguien se ha sentido traicionado, abandonado, mediocre, triste, desganado. Alguien alguna vez te ha mentido, te ha criticado, te ha traicionado, te ha hecho caer.

Sabemos recordar, sabemos olvidar y sucede que, hemos de recordar lo que no importa, y hemos de olvidar lo que sí. Y mientras más tratemos de olvidar aquello que nos importe, no es posible, sin embargo tratando de saber cómo es que funciona nuestra mente, la memoria. ¿Cómo elige nuestra mente recordar cierto evento? Recordar, es algo que se hace ¿Consciente de ello o inconsciente? Y aquello, que no se recuerda y se olvida, ¿Deja de existir? Y si clasificamos todo lo que existe en la memoria, en el recuerdo, en el olvido: Una cosa dejaría de ser la otra. Hay espacio para cada instante dentro del pasado. Cada cosa de dejemos de dejemos de hacer, pensar o decir, ha pasado. Se encuentra en el pasado. Acaba de suceder, y de pronto todo lo que pasa se convierte en un instante, efímero. Y ello lo ha de gobernar el tiempo y el espacio. Conceptos creados por el hombre, ¿Qué es tiempo? Hemos de marcar una hora, un minuto, un segundo. Dividido en sesenta y así sucesivamente. Lo que matemáticamente, después calcularíamos nuestra vida en días, semanas, meses y años. Se vive estructuradamente, es decir que pensamos, actuamos, recordamos y olvidamos, según un tiempo y un espacio creado, inventado, inexistente; todo un artífico humano simplemente, pues toda cosa creada por el hombre, es un artificio. Una irrealidad convertida y transformada en instantes y momentos, en recuerdos y anécdotas. Es decir, si todo lo que se olvida deja de existir, y los recuerdos y nuestros momentos coordinados por nuestro tiempo y espacio, son artificios, entonces hay inexistencias dentro de las irrealidades. Huecos y espacios que simplemente se es incapaz, de llegar, de entender nuestro propio ser y pensar. Si todo son huecos, solo se debe buscar, cómo llenarlos. Buscamos por naturaleza llenar un espacio, en la tierra no cabemos, y tratamos de llenarlo de personas, nuestros dolores y heridas, buscan una cura, un remedio, una pomada. Caemos en la necesidad de buscar llenar, aplacar, o redimir un sentimiento o pensamiento, una herida o hueco. Para mí, es escribir, dibujar o pintar. Realizar algo que ocupe manualidad, concentración y finalmente una ocupación que tendrá su efecto en una satisfacción, llenante a una herida o un hueco. Mi hueco, que ha dejado de serlo.

domingo, 24 de octubre de 2010

Ya vez...

Que se ahorque, si bien lo prefiere.

No me interesa su cabeza. Que tome sus pies y caiga de revés; que goce del placer en esa posición, que será ahora su única amante. Porque el que vaya a su velorio con flores; es que no lo conoce. El que llore o le mire con dolor, es que nunca le conoció. Éste, ni caja tendrá. Morirá sin calzones. El pobre, querrá en su epitafio: “He sido feliz”.

                                                  Foto Artística: Desnudo de Jeremy