domingo, 15 de agosto de 2010

Diario de arena...

De esta maraña de cabellos aun no han salido toda la arena. Mis labios aun saben a mar, salados, mirándose de un rosado escarlata y un brillo nuevo. La espalda; caliente, y mi piel luce una resplandeciente alfombra de miel rojiza, y ni se diga mi rostro: ¡Hola mejillas chapeadas de humor bermellón! Piernas y brazos me exhiben con destellos dorados como aquella arenisca cobriza que tocaba las puertas de mi tez a favor del sol. La novedad tatuaba mi hombro: las alas de una mariposa azul que adornan aquel recuerdo de un verano perfecto. Ojos, pestañas, mejillas y labios, nunca pudieron lucir tan esplendorosa naturalidad, radiantes y sin gota de aquellos materiales que contaminan los poros de mi tan tersa piel.


No deseo aun tocar el agua dulce, se siente aun el exquisito paraíso de la brisa y el sol bañando mi cuerpo, y en mis manos, estos artilugios del océano azul; caracoles, corales, conchitas, almejas y piedras de agua mágica. Sí, bellos artilugios del recuerdo.
"De mis lentes el mar "
by  Carla López & Gabriela Moctezuma

Cuando se visita lo maravilloso y sublime y a sus elementos como tal: sol, mar y arena; la recompensa es encantadora; nadie te puede tocar, asustar o hacer daño, es como si tus sentimientos despiertan por primera vez, como sabanas nuevas y suaves, es como amanecer temprano sin motivo alguno, solo tú y tu piel, danzando en una fantasía soñada, es sumergir tus deseos más secretos en agua cristalina, es contar cada granito de arena entre los dedos de los pies, es jugar al muerto sobre tu tan auténtica cama de agua, es trazar aquel nombre en la suavidad de la arena con tus manos, es convertirte en ninfa de aquel recinto que es solo para ti, es cantarle a las olas del mar tu canción favorita, es acariciar la espuma del mar, es acostarte entre el mar y la arena, es inventarte una historia de amor, es sonreír porque sí, es tan sencillo como respirar lo que no ves.

Y con el viento, se desprenden de ti, los complejos, los malos recuerdos, las pesadillas, las personas, y de momento, existes tú y nadie más, y haces lo que se te dé la gana hacer, sin preocuparse por el pensamiento de los demás, y atreverse a pensar, decir, o gritar al mundo tus ideales, tus antojos, tus vicios, tus anhelos, tus pasiones, tu egocentrismo o tu orgullo…

Es salir de la monotonía sin caer  de nuevo en la rutina, es como un recuerdo que deseas volver a vivir… y así pasará. Es; la playa.

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